viernes, 6 de noviembre de 2015

Pastel de setas y espinacas.

En otoño, nuestros campos nos dan la oportunidad de disfrutar de las setas, un producto muy apreciado en nuestra gastronomía y muy versátil a la hora de cocinar.
Aprovechando la temporada, he preparado una receta súper sencilla y que os puede ser de utilidad para una cena.


Podéis usar cualquier tipo de setas que haya en la frutería de al lado de casa, y si os gusta y tenéis la oportunidad de salir al campo a buscarlas, pues mucho mejor, pero siempre con precaución y siguiendo las indicaciones que los micólogos de la zona os marquen.


                                                           1/2 kg de setas
                                                           200 gr de espinacas cocidas
                                                           1/2 l de nata
                                                           6 huevos grandes
                                                           sal
                                                           pimienta
                                                           ajo
                                                           nuez moscada
                                                        
Pelamos los ajos, los cortamos en laminas  y ponemos en una sartén con un poco de aceite. Cuando están un poco dorados, incorporamos las setas y las sofreímos.



Reservamos. Ahora batimos los huevos, la nata, una pizca de sal, la pimienta negra  y la nuez moscada.




Hemos cocido en poca agua las espinacas y es hora de trocearlas. Las mezclamos con las setas e incorporamos a la mezcla anterior.


 


Calentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo y mientras, untamos nuestro molde con mantequilla.


Espolvoreamos un poco con pan rallado y extendemos bien.



Ahora echamos nuestro relleno en el molde intentando que quede extendido por todos lados por igual.


Lo metemos en el horno pero sobre una bandeja a la que echaremos agua, ya que haremos nuestro pastel al baño María.



Lo tendremos 20 minutos en el horno. Cuando haya pasado el tiempo, lo pincharemos con una aguja o un cuchillo para comprobar que está cuajado. Si sale limpia, el pastel está listo.
Lo sacamos con cuidado y dejamos que se entibie antes de desmoldar.

Es un pastel que puede comerse tanto frío como caliente, aunque en ésta época apetece calentito. Podéis acompañarlo de una salsa mayonesa ligera o incluso una salsa de queso... os lo dejo a vuestra elección.



Seguro que aprovecháis las setas de temporada de muchas formas. Compártelas conmigo.

BUEN FIN DE SEMANA

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