viernes, 25 de septiembre de 2015

Queso en aceite

No se vosotros, pero yo soy una amante y porqué no decirlo, fanática del queso en cualquiera de sus variedades, pero he de decir que cuanto más fuerte... mejor.
Hoy os propongo una receta diferente, pero que merece la pena y que os ayudará muchísimo a la hora de conservar vuestras piezas preferidas.


 El queso en aceite no solo es una delicia, sino que, además, es una antiquísima forma de conservación, utilizada sobre todo por aquellas personas que poseían ganado y producían queso.
 El queso, también es perecedero y así, conservado en aceite, lo podemos conservar mucho más tiempo, en perfectas condiciones, es más, sus cualidades  se acentúan, dando como resultado una explosión de aromas y sabor, fuertes e intensos.

Os recomiendo que probéis esta receta de queso en aceite cuando adquiráis un buen queso que, sabéis que es mucha cantidad para comeros en poco tiempo. En lugar de dejarlo secar en un rincón en la nevera, metedlo en un aceite de buena calidad. Tendréis así un aperitivo  que ganará con el tiempo.

 
Además, el queso admite multitud de hierbas y especias que pueden hacer de vuestro queso un bocado único.


                                                             Quesos variados
                                                             Aceite de oliva
                                                             Romero u otras hierbas

Lo primero que necesitamos es encontrar el envase donde vamos a hacer nuestro queso en aceite.
Debe ser de cristal y estar esterilizado, seco y en buenas condiciones.


Si el bote lo permite, podemos poner el queso en un trozo, si no, lo troceamos en taquitos o en cuñas y lo vamos acomodando en el tarro perfectamente limpio.





Yo he mezclado varios tipos de queso, pero podéis utilizar uno sólo, el que soláis utilizar y que más os guste.
Llenamos nuestro recipiente todo lo que podamos, sin apretar el queso para que no se deshaga.



 Adornamos en ésta ocasión con una rama de romero, o cualquier otra hierba que tengáis, como el orégano, tomillo, pimienta en grano, trocitos de pimiento rojo . Os recomiendo que vayáis probando hasta dar con el aroma que más os agrade. Es importante lavar bien cualquiera de las que elijáis y la sequéis con un papel de cocina para que no quede absolutamente nada de agua.







Ahora cubrimos con un buen aceite de oliva.




 Tapamos y dejamos en un rincón oscuro en la despensa. A partir de 2 meses el queso habrá adquirido el carácter de un queso bodega, ganando en categoría y calidad.


Ahora sólo queda etiquetarlo con la fecha de la elaboración.
Y yo la verdad es que lo anoto en el calendario que tengo en la cocina para acordarme de la fecha en la que tendré el placer de degustarlo.




 Delicioso, ¿verdad?.


¿Habías preparado alguna vez queso en aceite?.
Cuéntame cómo lo haces.

BUEN FIN DE SEMANA.

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