sábado, 17 de junio de 2017

Haz tu propio aire acondicionado y disfruta del verano.

Llega el verano y también el calor sofocante y el malestar derivado de los ambientes demasiado cálidos. Muchas personas tienden a buscar soluciones diversas, a veces costosas, como los equipos de aire a condicionado, y otras más simples y no por ello menos solícitas a la hora de combatir la temperatura, como los ventiladores.
Mi marido siempre me ha contado que mi difunta suegra recurría a un truco bastante sencillo que era colocar sobre la mesa del comedor un bol con cubitos de hielo para refrescar el ambiente mientras se deshacían.


Hoy os voy a proponer una solución de la que os puedo garantizar que funciona pese a lo sencilla que es y hasta increíble.

 Para hacerlo necesitaremos:

                -  nuestro ventilador de casa
                -  un par de botellas de plástico (de las de agua)
                -  un par de clips por botella (preferiblemente de los de colores)
                -  un cutter o cuchillo bien afilado y, si lo tenéis, un soldador de punta de lápiz o bien un destornillador de punta de estrella.

 Con este equipo tan sencillo vamos a lograr un gran y sorprendente resultado al que vamos a seguir poco a poco.
Lo primero que tenemos que hacer es vaciar cada botella completamente.




 Debemos hacer hincapié en que según el tamaño de nuestro ventilador deberemos utilizar unas botellas más grandes (de litro y medio) o más pequeñas (de medio litro).

 A continuación, y con un cutter o un cuchillo bien afilado, recortaremos la base de la botella, a aproximadamente un dedo de la base, pero sin hacer el corte completo, deberemos hacerlo de modo que la parte de la base ejerza como de tapa pues nos va a resultar muy útil. Yo recomiendo cortar las  siete octavas partes del perímetro de la botella.



Lo siguiente que haremos será colocar la botella enfrente nuestro, pero con la parte no cortada de la base en la parte más próxima a nosotros pues será por donde haremos los pequeños orificios de circulación del aire. Para realizar estos agujeros lo más sencillo es emplear un soldador con la punta de pincel, que suelen tener un diámetro de pocos milímetros, suficientes para nuestro propósito. Si no tenemos un soldador podemos recurrir al sencillo truco de calentar al fuego la punta de un destornillador y emplearla con el mismo propósito que el soldador, hacer los pequeños orificios de ventilación.





Los pequeños agujeritos de ventilación se harán en un orden sencillo, empezando por los dos primeros a una distancia de unos tres centímetros el uno del otro y a un centímetro de la tapa, justo teniendo presente que sea la parte unida al resto de la botella.

A continuación seguiremos haciendo orificios al gusto de cada uno, cuantos más menos nos durará el efecto. Yo os recomiendo hacer tres por debajo de los primeros, cuatro por debajo de éstos y una última tira de tres agujeros. Esto significará que no habremos sobrepasado con los agujeros la tercera pare de la botella, la cual, como podréis observar, tendrá el tapón orientado hacia abajo.

 También, y para facilitar la circulación del aire, haremos dos o tres agujeros en la base de la botella.


Lo siguiente que haremos será preparar los clips, que deben ser preferiblemente de colores puesto que llevan una protección externa que aumenta su duración y así no nos afectará al ventilador.




 Los abriremos simplemente girando hacia afuera la parte interna, de modo que nos quedarán con un aspecto de doble anclaje que es lo que necesitamos para fijar cada botella al ventilador.
No hay problema en poner las botellas enganchadas con nuestros clips por la parte de atrás del ventilador dado que permiten el movimiento con facilidad del mismo. El mecanismo ya casi está listo.




Lo último que necesitamos ahora mismo es cargar las botellas con cubitos de hielo, recordad que la parte superior nos permite introducir cubitos de hielo, de los que todos tenemos en nuestro refrigerador ya sea en cubiteras o en bolsas de plástico para hacer cubitos.




 Os recomiendo que no sobrepaséis la mitad de la dimensión de la botella para que no sobresalga el agua. Tranquilos, el agua en estado sólido ocupa más volumen que el agua líquida, por lo que si seguís estas pautas no os encontraréis con ningún charco alrededor del ventilador. Otra opción es poner a congelar la botella con su contenido de agua en nuestro congelador y ponerla en el ventilador, logrando el mismo efecto.


Una vez hecho el montaje sólo queda poner en marcha el ventilador y a la que los cubitos empiecen a descongelarse el aire fresquito será repartido por las aspas del ventilador por nuestra estancia y os llevaréis una muy grata sorpresa de ver los efectos refrescantes de este invento.




Una vez deshechos los cubitos podemos reciclar el agua que nos quedará en las botellas o bien para regar nuestras plantas, que para eso tenemos el tapón de rosca de la botella, o bien para poner a congelar nuevamente la botella con el agua y poder así reiniciar el proceso.

Como veis, podemos superar la ola de calor con un poco de ingenio.

BUEN FIN DE SEMANA

sábado, 13 de mayo de 2017

Pechugas de pollo en escabeche

Con el buen tiempo apetecen recetas frescas, que puedas cocinar y reservar en la nevera durante días y que te salven en un momento en el que la casa se llena de amigos y no se te ocurre nada para ofrecer, o simplemente para llevar en el tupper a la oficina, y comerlo en el parque más cercano disfrutando del sol y del buen tiempo.


Os propongo cocinar pollo en escabeche. Esta técnica se utilizaba mucho en las épocas antiguas en las que la  caza era importante en muchas cocinas de nuestro país, sobre todo  para conservar sobre  perdices, liebres y otras piezas de carne Se preparaban en garrafas de barro y se cerraban durante meses. Está buenísimo y yo no se si es porque se cocina en vinagre  y vino juntos, pero no se nota la presencia del aceite y resulta bastante sano.
Es importante prepararlo al menos un par de días antes de consumirlo, no queremos hacer una conserva, pero la carne del pollo debe macerarse y coger todos los sabores del escabeche.


                                                          1 pechuga de pollo
                                                          1 vaso de aceite de oliva
                                                          1 vaso de vino blanco
                                                          1 vaso de vinagre
                                                          5 granos pimienta negra
                                                          2 hojas de laurel
                                                          2 cebollas
                                                          6 zanahorias
                                                          5 ajos
                                                          sal
                                                          Medio vaso de agua

Ponemos todos los ingredientes en una cacerola.






Bañamos con los ingredientes líquidos.



En ésta ocasión he utilizado vinagre de estragón, pero usad el que más os guste, aunque os recomiendo un vinagre de vino blanco, así no se os oscurecerán las pechugas.

Ponemos a fuego, añadimos la sal y dejamos reducir y que se hagan las verduras.



Incorporamos las pechugas y lo mantenemos al fuego  durante unos 30 minutos, con la tapadera puesta.



Solo queda dejarlas reposar para que se enfríen y reservar en la nevera. Es importante hacer las pechugas enteras, si las incorporáis al escabeche ya fileteadas, se os desharán y no las disfrutaréis de la misma forma.
Son ideales para un bocata, tupper para la oficina o llevar a la playa. Y ya os adelanto que en casa no duran demasiado.


¿Apetece? Pues manos a la obra.

BUEN FIN DE SEMANA

lunes, 1 de mayo de 2017

Customiza una camisa y estrena al momento

Es tendencia absoluta el llevar parches en distintas prendas de vestir, pero al final , vas por la calle y ves siempre lo mismo,cosa que no me gusta en absoluto.
Es por eso, que he decidido customizar alguna de mis prendas y animaros de ésta forma a que hagáis lo mismo.


Tenía una camisa blanca que no utilizaba mucho y he decidido darle una nueva vida, actualizándola con algunos parches divertidos tal y como véis en la foto.




En el mercado hay innumerables tipos, para coser, para pegar, para adherir con la plancha, en forma de cristales, de tela, plásticos. Yo he optado por la plancha, ya que son mucho más duraderos y además os tengo que decir que si os aburrís u os quedan mal, podemos despegarlos sin problema.
Es cuestión de ir haciendo montajes.




Solo hay que poner una tela sobre la prenda y los parches y planchar con cuidado.




Al final utilicé uno que tenía adhesivo, así que quitar el mismo y volver a planchar.



Enotra zona de la camisa utilicé unos cristales que se planchan para darle un toque distinto.




Creo que ha quedado resultona, como dice mi marido. Y si no,lo cambiamos y ya está. Probad con jeans, o alguna otra prenda que se os haya manchado, quedan ideales y estrenáis al momento.



¿Que es lo próximo que pensáis customizar?

BUENA SEMANA